Un giro hacia el valor
La década del 2010 comenzó pensando que la evolución de la tecnología y las comunicaciones nos iba a ayudar a cambiar radicalmente los modelos de negocio. El modelo a imitar eran las famosas empresas “unicornio” del Silicon Valley que crecieron de forma exponencial liderando mundialmente su campo (Google, Netflix, Airb&b, Spotify, etc.).
Diez años después, los comienzos de la nueva década nos golpea con un cambio de enfoque en los principales marcos de gestión o cuerpos de conocimiento (ITIL® 4, Scrum® 2020, PMBoK® 7, COBIT® 2019, etc.). Ahora todo debe girar en torno al valor de nuestra organización, nuestros procesos, nuestra agilidad, nuestros equipos, nuestras personas, nuestros directivos, etc. sean capaces de crear en los clientes. Fundamentado en que este valor generará su satisfacción, su fidelidad y una mejora en los ingresos y la rentabilidad del negocio.
Pensábamos que la Transformación Digital como objetivo y la Agilidad como la forma de alcanzarla representaban el paraíso hacia el que toda empresa debería llegar. Pero los grandes marcos de gestión han decidido evolucionar poniendo en su epicentro un concepto tan abstracto como el valor. Para conseguirlo definen un conjunto de principios y proponen crear un sistema de valor en el que se defina las nuevas formas de trabajo. La grandeza de este sistema de valor estriba en que es capaz de amparar simultáneamente múltiples formas de trabajo en la organización: tradicional predictiva “en cascada”, iterativa y ágil, o mixta combinando ambas.
Pero ¿el valor ya estaba antes en todos estos marcos de gestión? Si claro, estaba como una declaración de objetivos. Ahora es el centro del modelo de trabajo. Todo en la organización existe para producir valor. El foco ya no está en definir procesos o modelos de trabajo concretos, sino en crear y ser capaces de articular un gran sistema que garantice que se genera el valor al cliente. Las buenas prácticas agrupadas en procesos siguen siendo válidas, pero ahora se ejecutan para generar ese valor al cliente. Detrás del idílico y teórico concepto de valor, está la generación tangible de ingresos y beneficios en la empresa.
Por otra parte, los principios están tomado mucha más importancia que antes. Inspirados en cómo los 12 principios del Manifiesto Agile han cambiado la forma de trabajar en estos últimos 20 años. Ahora, estos grandes marcos de gestión los utilizan como elementos centrales para que cada organización construya su sistema para generar valor.
Con este giro hacia el valor se añade un nuevo peldaño hacia la madurez en la gestión de las organizaciones y departamentos de tecnología. Me pregunto si será de verdad el enfoque adecuado que necesitan las empresas para mejorar su competitividad y, en consecuencia, impulsar la economía mundial.
Secretaría del Subcomité SC40 de itSMF España