El reto de la seguridad en las redes 5G
Son muchos los países que anunciaron en su momento que el 2020 sería el año del 5G, el año en el que esta tecnología se adoptaría de forma generalizada. Pero la situación de alerta sanitaria en la que vivimos envueltos durante este año ha transformado esos planes y, en algunos casos, incluso los ha retrasado.Pero, aun así, no cabe duda de que actualmente estamos inmersos en un progresivo e irreversible avance hacia la tecnología 5G. Ya son muchos los operadores que ofrecen comercialmente sus servicios con esta tecnología, y cada vez más, los fabricantes de teléfonos móviles
El 5G puede llegar a ser una buena solución para poder dotar de conectividad de banda ancha a los hogares sin necesidad de hacer despliegues complicados y costosos de fibra óptima en la última milla, es lo que se llama el 5G residencial. De hecho, en EE. UU. varios operadores están probando este tipo de modelo de negocio para hacer llegar la conectividad de banda ancha a zonas con una densidad muy baja de población sin necesidad de acometer grandes obras que supongan un alto coste para las compañías, que luego puedan tener impacto en el usuario final
Potenciales retos para la ciberseguridad
Desde luego lo que está claro es que, a medida que se vaya extendiendo el uso de este tipo de redes será cuando podamos ir resolviendo la duda que a todos se nos pasa por la cabeza, ¿cuáles son los retos a los que nos enfrentamos al incorporar la tecnología 5G en nuestras vidas?
Si bien es cierto, anticipándose a ese momento, la Comisión Europea publicó ya en el 2019 un estudio de evaluación sobre los principales riesgos derivados de la implantación de esta tecnología.
Por un lado, la incorporación de esta tecnología lleva consigo unas nuevas infraestructuras que utilizarán tecnologías de virtualización, donde los nodos físicos serán sustituidos por una nueva arquitectura de red, por la que viajarán protocolos de señalización y comunicaciones de los usuarios. Además, se empezarán a adoptar tecnologías como las redes definidas por software (SDN) o la virtualización de ciertas funciones de red (NFV).
En el mismo estudio, la Comisión Europea advierte también que la adopción de esta tecnología traerá consigo también un aumento de la superficie de exposición, por lo tanto, la probabilidad de sufrir un ciberataque será mayor. Es el momento de empezar a diseñar, marcos de seguridad que contemplen controles específicos para los dispositivos que vayan a conectarse a estas redes.
El usuario final, como en todas las tecnologías, también va a jugar un papel fundamental en el aspecto de la ciberseguridad, ya que deberemos continuar la labor de formación y concienciación ya que, una vez más, se le van a proporcionar herramientas para que pueda estar conectado a la información empresarial en cualquier parte y en cualquier momento, ahora sí con mayor velocidad y menor latencia.
También con la llegada del 5G surgirán nuevos modelos de negocio y nuevas oportunidades, que deberán estudiarse y realizar un análisis de riesgos antes de poder implantar este tipo de tecnología.
Conclusión
La conclusión más sencilla a la que se llega con la adopción de esta nueva tecnología es que traerá consigo una mayor exposición al conectar miles de dispositivos a internet. Desde el punto de vista empresarial se deberá trabajar en la creación de un nuevo modelo de seguridad que contenga controles específicos para aquellos dispositivos y personas que vayan a hacer uso de esta tecnología 5G. También hay otros aspectos menos relacionados con la tecnología y son los aspectos geopolíticos, y sobre todo derivados de la cadena de suministros en los que pueden centrarse los mayores riesgos y que no debemos de dejar de lado en todo análisis de riesgos que hagamos antes de exponer nuestros dispositivos.
Pero todo esto, como decíamos al principio del artículo, sólo podremos ir viéndolo conforme estas redes se vayan incorporando a nuestra vida cotidiana, y por consiguiente tengamos que conectar nuestros dispositivos y redes a esta nueva tecnología.
Team Leader ITSM4Seguridad