Proyectos vitales en una época vital
Siempre es satisfactorio seguir un plan, abordar la ejecución de una estrategia de manera ordenada o, simplemente, dar respuesta a problemas. En el Comité de Catalunya de itSMF España nos enorgullecemos de estar muy atentos a lo que pasa en el territorio y, desde el conocimiento de las buenas prácticas y el seguimiento de estándares que no hacen si no mejorar lo que somos como ciudadanos y sociedad, nos complace saber que ayudamos a la Administración en el diseño de programas que son relevantes para la ciudadanía y el tejido empresarial catalán. Nos referimos a la iniciativa de identidad digital soberana que la Generalitat de Catalunya desea poner en marcha así como al embrión que es -por el momento- el CityOS (el sistema operativo ‘de ciudad’ que el Ayuntamiento de Barcelona diseña.
En ambos casos, profesionales que pertenecen al Comité de Catalunya están trabajando con la Administración para articular esos proyectos tecnológico-sociales dentro de los marcos normativos aplicables y siguiendo los parámetros que suponen no solo las guías y estándares ISO sino también lo que indica el sentido común. Y dado que son proyectos ‘vitales’ (no solo vitales por su importancia sino porque son, a nuestros ojos, proyectos ‘de vida’) hemos creído necesario compartir nuestra participación a través de estas líneas.
El proyecto de identidad digital soberana supone la puesta en marcha de un identificador único, unívoco e inequívoco para cada ciudadano/a catalán/a y que éste sea válido no solo para cualquier trámite con la Administración sino que universalmente reconocido. No sin un poco de zozobra política -que no son objeto de estas líneas- el proyecto resulta instrumental para modernizar los procesos que permiten la interacción sociedad-Estado de una manera segura, eficaz, eficiente y sólida. Este proyecto tiene que ver con tecnologías como gestión de identidad, gobierno de los accesos, autenticación robusta, directorio digital y, por supuesto, Blockchain para garantizar la integridad de todo ello. Resulta una aventura apasionante en la que miembros del Comité de Catalunya están colaborando a diversos niveles: desde la consulta para saber cómo un sistema de esa magnitud debe ser diseñado (desde su concepción inicial) hasta la consideración de qué métricas e indicadores deben ser tenidas en cuenta para considerar un programa así como éxito o fracaso. Todo ello teniendo como axioma que ‘el límite es la ley’ y que es algo que llevará años… décadas, quizás; pero como dijeron los ingenieros Fenton y Pfleeger, ‘solo el mero hecho de debatir cómo haremos algo nos llevará a una mayor y mejor comprensión del problema’. Nos ha parecido interesante -incluso inspirador- un proyecto de estas características (con todas sus aristas políticas y sociales incluidas) y el hecho de estar participando y aportando desde el Comité de Catalunya nos hace sonreír.
Por otra parte, el proyecto de un sistema operativo ‘de ciudad’ nos resulta de una modernidad -y complejidad- sin igual por todo lo que tiene que ver con sensores, recolección y correlación de información, la necesidad de aplicar estándares que permitan la interoperabilidad con plataformas de futuro, etc… Es apasionante dar a conocer una aventura de este tamaño y nos hace estar satisfechos de la labor de proselitismo y evangelización de lo crítico que supone utilizar robustez en los procesos y abordar todo ello con la tríada proyecto-programa-portfolio en mente.
El proyecto pretende definir, desarrollar y desplegar un sistema operativo ‘vivo’ que permita ‘respirar’ mejor y con mayor alcance a una ciudad como Barcelona, abrazando el concepto de ciudad inteligente (‘smart city’) y teniendo en cuenta cuestiones como el ecosistema de sensores, la taxonomía de referencia, el repositorio de información, la geolocalización de activos (y, de nuevo, sus límites legales),… Se trata, en definitiva, de la ‘construcción’ (nos ha parecido adecuado el término cuando se trata de ‘arquitectura tecnológica’) de un entorno de un futuro… que está tremendamente presente.
Este proyecto está enraizado en dimensiones tecnológicas como Big Data, Analytics, Seguridad/Ciberseguridad, Gestión de Eventos, Gobierno de la Identidad de las cosas (ya que en el modelo teórico, una papelera o un semáforo, por ejemplo, pueden ‘declarar’ o requerir una entidad), etc. Una iniciativa tremendamente interesante que aplaudimos y que queremos compartir a través de estas líneas como ejemplo de innovación, de mirar hacia delante -tan necesario en estos tiempos, esperemos, post-pandemia-, de la combinación de evolución y revolución. Son tiempos de, en definitiva, abrazar nuevas aproximaciones en las que debemos dirigir por procesos, orientarnos hacia los objetivos y enfocarnos en los resultados. Siempre con las mejores prácticas de gestión y gobierno y robustos y sólidos marcos de trabajo en mente. No hay otra manera.
Director Adjunto y Responsable del Comité de Catalunya de itSMF España