Llegan las Oficinas
En el mundo PPM y de las Buenas Prácticas tenemos diferentes actores. El protagonismo sin duda se lo lleva el proyecto pues es ampliamente conocido y parece que un proyecto arregla todos los males.
El Proyecto es una organización temporal de recursos para la obtención de un resultado único. Por tanto, cada proyecto es único y entrega un resultado único y requiere de una organización de recursos única para su consecución. Imaginemos un proyecto cuyo resultado, el producto del proyecto, es un cuenco cerámico.
El Proyecto no resuelve mucho más allá de la obtención del resultado, el cuenco, y su contribución a los objetivos de la organización es limitada.
El Programa es el desconocido pero el verdadero tractor de la gestión. Por así decirlo es el que mola. El Programa es la organización temporal de recursos para la obtención de beneficios alineados con los objetivos de la estrategia. ¿Quién quiere realizar un cuenco por el mero hecho de producir un cuenco? Querremos ganar dinero, posicionarnos en el mercado del arte, disfrutar o agradar a alguien.
¿Quién quiere obtener un mero resultado, el cuenco, si puede obtener un beneficio? El Programa es como una ametralladora que lanza proyectos sin parar hasta conseguir que múltiples resultados produzcan el beneficio esperado. Imaginemos: cuenco, museo, premio, reconocimiento.
El Programa es versátil y comodín, es polivalente e igual te lanza proyectos nuevos que te ayuden a conseguir los beneficios, que te agrupa proyectos existentes para ganar en coherencia, visión estratégica y economías de escala.
El Programa es brutal y se hace mega brutal cuando lo pones a trabajar con el Servicio.
El Servicio es la estrella en alza, es el niño bonito de la gestión de hoy. Ya se oye con frecuencia “as a service” como sinónimo de moderno, eficaz y eficiente porque quien quiere hacer un cuenco cuando puede hacer miles de cuencos y con ello incrementar los beneficios, la satisfacción de los clientes, la cuota de mercado, o lo que sea que perseguimos.
Y así llegamos al Portfolio. El Portfolio es el mantra, el poder, el oráculo que todo lo agrupa, todo lo organiza, todo lo ve. El Portfolio es la estrategia en estado puro, pero una estrategia dotada de operativa y de efectividad. Con el Portfolio nos enfrentamos al futuro y buscamos los objetivos estratégicos de la organización. Resultados y beneficios nos importan, y mucho, pero los objetivos estratégico…. eso son palabras mayores.
Resumiendo, una organización persigue sus objetivos estratégicos con su portfolio, que despliega capacidades mediante programas que persiguen los beneficios. Estos programas lanzan o agrupan proyectos, muchos de estos programas pensados para dejar servicios en activo.
Y ahora llega lo mejor, en un mundo más “a service” que nunca el actor PPM indiscutible serán las Oficinas. Un Oficina es una organización de recursos para la prestación de servicios. Si el programa es la metralleta de los proyectos la Oficina es la metralleta de los servicios. Y aquí está la revolución, el karma, él no va a más.
Y adivinen, ¿Cómo se pone en marcha una Oficina? Ya lo han pensado seguro, pues con un Programa, pero un Programa de los chulos.
Si le ha creado curiosidad, síganos, en este grupo, itSMF4PPM, vamos a hablar mucho de las Oficinas.
Miembro del Grupo de Expertos ITSM4PPM
Vicepresidenta de itSMF España
Team Leader del Grupo de Expertos ITSM4PPM
Comité de Estándares de itSMF España