De Buenas y Malas Prácticas, de Gobierno y Desgobierno
El diccionario es, a veces, caprichoso como lo es el dulce juego de la traducción. Sin ir más lejos, solemos traducir ‘Best Practices’ como ‘Buenas Prácticas’ cuando, en realidad se refiere literalmente a ‘Mejores Prácticas’ y eso nos debe llevar a la siguiente reflexión: ¿existen ‘Malas Prácticas’?. La respuesta es afirmativa desde el momento que no solo la negligencia y la mala fe son, lamentablemente, condición humana sino que hay actividades en proyectos programas que ocurren (o, mejor escrito, no ocurren) por inacción u omisión. Por todo ello me atrevo a escribir que en el ejercicio de una actividad profesional no tener al negocio (y sus personas) en el centro de todo lo que se hace, no centrar los esfuerzos -de manera deliberada- en una mejora continua que eleve la efectividad y la eficiencia de lo que se hace roza, en mi opinión, la negligencia y debe ser considerada como una mala praxis, una mala práctica. Y todo ello frente a la excelencia en una gestión, frente a buscar ‘brillar’ en el desarrollo de un negocio que, especialmente en momentos de reconstrucción social, de enfoque hacia y para las personas y los negocios que tanto han sufrido, están sufriendo y, lamentablemente, sufrirán.
Es imperativo abrazar, adaptar y adoptar (buenas) prácticas de gestión y gobierno. Y si son ‘las mejores’ prácticas, mejor que mejor (acéptese la redundancia). Es la diferencia entre simplemente ser eficaz y ser, además, eficiente, entre hacer las cosas correctas y hacerlas correctamente, entre gobierno de la empresa digital y desgobierno de la empresa fatal.
Escribo estas líneas celebrando pertenecer a itSMF España y aplaudiendo la manera en la que los profesionales de la asociación y el Comité de Cataluña que represento abordan y utilizan los marcos de conocimiento en las diversas áreas que son pilares fundamentales de la sociedad que queremos (y debemos) reconstruir: Gestión del Servicio, Gobierno de los Accesos, Control de Métricas e Indicadores, Valor derivado de los proyectos, Aportación derivada un programa robusto y sólido, Privacidad, Seguridad,… Todas esas (benditas) disciplinas se unen, de alguna manera, para permitir un tejido robusto y sólido que catapulte (sic) a la empresa española en su desempeño empresarial. Esos ‘terrenos de juego’ deben hilvanar los tejidos de Personas – Procesos – Tecnología y combinarlos en un sabio juego de colores con Cultura – Estructura – Estrategia. Ése es el cometido de cualquier profesional que se precie en los campos de la Gestión y el Gobierno. Ésa debe ser la aspiración de cualquier compañía mientras ‘viaja’ hacia la transformación digital.
Para todo ello, las Buenas Prácticas resultan instrumentales como lo son el conocimiento derivado de las certificaciones profesionales, de las acreditaciones técnicas, de la experiencia que trae consigo muchos éxitos (ése es el objetivo) y algunos fracasos (ése es el precio). En cualquier caso, quiero pensar que ahora más que nunca se puede aplicar la frase de John C. Maxwell -que da título a su famoso libro- ‘A veces gano… a veces aprendo’. Es fundamental tener espíritu crítico y aprender de los errores; resulta fundamental -para mejorar como sociedad- comprender las ‘lecciones aprendidas’ (lessons learned por su término inglés) y no volver a cometer esos errores de nuevo. (Como Six Sigma Black Belt que tengo el privilegio de ser, me fascinó el hecho de utilizar intensivamente la estadística para comprender qué variables inciden en un resultado; CONOCER -en mayúsculas- qué impacto tiene una dimensión en un entregable y, si éste no es el deseado, no volver a cometer ese error de nuevo. Eso es mejora continua y su aplicación en el mundo empresarial me parece crítica para convertirnos en una mejor versión de la sociedad en la que vivimos, trabajamos y nos desarrollamos. Siempre).
En definitiva, se trata de conocer y comprender qué impacto tiene lo que hacemos en el desempeño empresarial y eso me parece incluso bello para convertirnos en lo que, por naturaleza, todos queremos ser: mejores. Para ello, desde itSMF España y desde el Comité de Catalunya agradecemos esas Mejores, Buenas, Excelentes, Inmejorables Prácticas (llámenle como quieran) porque resultan pilares para poder (re)construir. Y son una excelente manera de pasar de un desgobierno a un gobierno de la empresa digital. No hay otro camino.
Director Adjunto y Responsable del Comité de Catalunya de itSMF España