Antes de ser Agile debo estar preparado. Es necesario evaluar la situación de partida de la compañía y de los equipos de trabajo antes de comenzar a aplicar Métodos Agile.
“Si quieres encontrar una aguja en un pajar,
no busques la aguja, retira la paja”.
#Referencia: Libro “Los 88 peldaños del éxito, de Anxo Pérez.
En esta ocasión hemos comenzado con una frase extraída del Libro de Anxo Pérez y que es aplicable a cualquier situación que requiera emprender una nueva iniciativa, aplicar cambios en modelos de trabajo o virar el propósito y objetivo de una compañía. Y aboga por filtrar que sí y que no, antes de comenzar, dedicar más tiempo a qué descartar.
Hilamos con el anterior artículo publicado en el mes de abril “Antes de correr hay que aprender a caminar” y, antes, de empezar a hacer cambios en nuestras organizaciones, es necesario realizar una consultoría inicial de nuestro estado actual como compañía, involucrando a las personas clave de cada unidad de negocio y de cada equipo de trabajo, realizar una introspección y comprobar el estado y la motivación de las personas es crucial. De igual manera, es necesario construir sobre una base segura: entender los objetivos de cada proyecto, el ritmo de cada equipo de trabajo, lo que está funcionando y lo que no, que es susceptible de ser cambiado o mejorado, etc.
El mundo Agile engloba miles de herramientas y marcos de trabajo: Scrum, SaFe, Lean IT, Management 3.0, etc. y todas siembran un check list de buenas prácticas y de recomendaciones, una línea base de la cuál poder partir, pero que en algún punto cada empresa necesitará adaptarlo a su cultura, su motivación y sus objetivos estratégicos.
Al aprender un idioma es necesario, al comienzo, seguir unas normas y tener un profesor o guía, unas reglas, unas estructuras, conforme aprendemos ese idioma y lo dominamos podemos empezar a saltárnoslas: cambiar la estructura de las frases, eliminar palabras, hacer abreviaturas… con las adopciones ágiles es lo mismo, lo que marcan las guías oficiales es un camino de entrada, pero es importante que no caigamos en la trampa de intentar seguirlas siempre a “raja tabla” y ponernos una venda en los ojos, enviando esas reglas a los equipos de trabajo y esperando a que las lleven a cabo por arte de magia, sería un gran fracaso y pérdida de tiempo. Se ha demostrado que el Gobierno de Proyectos es “a medida”, flexible y depende de los actores que intervengan.
La palabra “ágil” no significa más velocidad en la entrega ni trabajo realizado de manera más rápido, significa trabajar en sintonía hacía el mismo objetivo y chequear que todo el equipo entiende el camino a seguir.
Os dejamos un RoadMap que os ayude a comenzar con esa evaluación inicial:
- Seleccionar los proyectos o iniciativas principales y que necesiten de un cambio. Establecer criterios de descarte: ¿el proyecto está funcionando con la metodología tradicional? ¿el proyecto requiere un nuevo enfoque? ¿no se generan avancen y se produce retrabajo?
- Acotar el alcance de la propuesta.
- Testear el estado del equipo, ¿están preparados?, ¿son las personas adecuadas para afrontar un marco de trabajo Agile? ¿Flexibles, abiertos al cambio, trabajo en equipo, etc.)?
- Distinguir los diferentes roles dentro de cada equipo.
- Identificar los riesgos de aplicar el cambio.
- Formación a los equipos.
- Benchmark de herramientas y marcos de trabajo: Trello, Evernote, Jira, Asana, Flow, etc. y, si es posible, estandarizar un tablero o herramienta única en la empresa.
Medir e ir adaptándonos a la realidad, lo que en inglés se llama ‘Learn by Doing’.
Si queremos cambiar el ADN de nuestra compañía y nuestros equipos, aseguremos antes que la transfusión será compatible con la estructura, los valores y la cultura para no romper piezas por el camino.
¡Mucha suerte en tu emprendimiento ágil!
Miembro del Grupo de Expertos ITSM4Agile
Comité de Estándares de itSMF España