Emprendimiento en tiempos de Pandemia
Crisis. Desde la aparición y extensión del COVID-19 en marzo de 2020 hasta el día de hoy el mundo sufre una de las mayores y más crueles crisis sanitarias de nuestra historia, la cual ha desembocado en otra serie de problemáticas de tipo económico, social y político en multitud de países, obligando a estos a adaptarse de manera total a esta “nueva normalidad” para poder hacerles frente. En cuanto a la economía, en España el impacto de esta pandemia ha afectado a todos los sectores (primario, secundario y terciario), pero no a todos por igual, siendo el sector terciario (servicios) el mas gravemente afectado.
Este hecho es especialmente peligroso teniendo en cuenta el gran peso que tiene este sector en el PIB español en condiciones normales (67,87% en 2019), y, por ende, la gran cantidad de negocios y trabajo que este genera, siendo especialmente importante en algunas comunidades como las Islas Canarias o la costa Mediterránea, donde el sector servicios vuelve a ser el predominante en la economía de las distintas comunidades.
Tras un año de pandemia, con restricciones totales o parciales que regulaban la movilidad de las personas y la capacidad de reunión de estas, muchos negocios tales como bares y restaurantes han reaccionado de dos formas distintas. En primer lugar, están aquellos negocios que han optado por adaptarse a la nueva situación de excepción y pivotar su negocio hacia nuevas formas (como la venta de pedidos online con envío a domicilio) con el fin de poder proseguir con su actividad, pero por otra parte encontramos gran cantidad de negocios los cuales o bien no han tenido los medios o recursos suficientes, o por otras causas no han podido realizar este cambio, viéndose antes o después obligados a cerrar el negocio, al no poder hacer frente a la situación.
Paralelamente a estos hechos, podemos ver una minoría que ahora esta empezando a abrir sus negocios y Start-ups, incluso aquellos pertenecientes a este sector terciario, tan castigado por la pandemia. La pregunta es: ¿Qué motivaciones ven estas personas para emprender en estos momentos en este tipo de negocios que no vemos los demás?
Por raro que pueda parecer, una crisis puede ser un buen momento para emprender, todo depende de las circunstancias que se den y nuestra capacidad de adaptarse al cambio. Un claro ejemplo de esto lo podemos encontrar en la cultura asiática, específicamente en la cultura china, en la cual la palabra crisis está formada por dos caracteres, el primero “Wéi” (peligro) y “jī” (oportunidad), los cuales relacionaremos y analizaremos a continuación.
Como avanzábamos anteriormente, pese a todas las problemáticas que amenazan los negocios del sector terciario durante esta pandemia, hay emprendedores que están iniciando en estos momentos proyectos y negocios relacionados con la restauración, y, en definitiva, del sector terciario, pero, ¿por qué?
La realidad, es que, con una demanda de restauración igual o similar a la existente antes de la pandemia, y después de esta reducción de la oferta de restauración debida al cierre de muchos bares y restaurantes, se genera un interesante exceso de demanda (la cual se queda sin cubrir), y es esa fundamentalmente la oportunidad “jī” que se abre ante nosotros, pero ¿si han cerrado todos esos bares y restaurantes, por que iba a funcionar abrir nuevos bares y restaurantes?
La respuesta a esta pregunta es que, como dijo el naturalista inglés Charles Darwin, en su obra el Origen de las Especies: “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio», es decir que aquellos negocios (bares y restaurantes) que sobrevivan a esta pandemia serán aquellos que mejor se adapten a la “nueva normalidad” (cambio), ya que no podemos obtener distintos resultados haciendo igual las cosas. Además de la demanda existente por cubrir, hay otros factores que favorecerán este emprendimiento como pueden ser la facilidad para encontrar un local en el que instalarse (debido a la disminución del número de alquileres), o la facilidad para encontrar mano de obra con experiencia en el sector.
Podemos concluir con que realizando un buen business case, analizando las distintas lecciones aprendidas que podamos observar de los negocios existentes y elaborando una extensa evaluación de riesgos podremos reconvertir la amenaza, en la mejor de las oportunidades, de la manera más eficaz y segura posible.
Javier Peris Jr. – Estudiante de ADE en EDEM
Representante de Universidades Privadas en Valencia del Comité de Talento Joven de itSMF España