Aplicar la Privacidad desde los principios Guía ITIL
En la era del dato, la privacidad es el mayor valor que podemos aportar a nuestros usuarios y clientes. Debe estar desde el inicio de cualquier proyecto, como base del mismo, como pilar fundamental, todo embebido en un paquete inseparable. Esa manera de que sea parte de la cadena de valor del servicio de ITIL.
Los principios guía de ITIL pueden servir como base a la hora de introducir las buenas prácticas de la privacidad en la gestión del servicio. Si los analizamos uno a uno podemos introducir la privacidad de la siguiente manera:
- Enfocarse en el valor: Entender la privacidad y la garantía de derechos como valor para el consumidor. Claramente dependerá del servicio, pero hasta en el más nudista, créanme, el usuario quiere garantías y límites a su exposición.
- Comienza donde estas: si estamos en un momento de diseño y planeación, usar el bussiness case para aplicar la privacidad por diseño y por defecto es la mejor práctica, pero si no, mejor siéntate a analizar cuál es tu base, y desde ahí planifica el cambio de cimientos y la aplicación de mejoras.
- Progreso Iterativo retroalimentado: que esas mejoras sean graduales según sea posible. Obvio, si hay que hacer cambios estructurales reales, hay que atacar, pero lo demás, mejor de a bloques. Como dice Javier Peris, cortar el elefante a trozos es lo mejor para no atragantarse.
- Colaborar y promover la visibilidad: este principio habla por sí solo. Para alcanzarlo es necesario tener claro cuáles son nuestros interesados y comunicar adecuadamente lo que estamos haciendo. Lo que no se ve, no existe, y si buscamos aportar valor, debemos estar seguros que se sabe que lo estamos haciendo, y bien.
- Trabajo Holístico: La privacidad por sí sola no es valor, y la tecnología y la súper administración sin privacidad tampoco son el mejor valor. El equilibrio de un trabajo holístico, plural y bien compenetrado es la clave.
- Mantenlo simple y práctico: Saber cómo, cuánto y dónde creamos valor nos permite medir y conocer los avances, los costos, etc. Pero sobre todo, nos ayuda a simplificar para ser flexibles, para entender mejor y ser más sofisticados.
- Optimiza y automatiza: Cuando llegamos a este principio guía se supone hemos aplicado los anteriores o están en proceso, por lo tanto ya debemos haber optimizado y mejorado, y por lo tanto nos podremos permitir automatizar mejoras de privacidad, gestiones de derechos, o cualquier otra obligación que sea posible aplicar desde el diseño, por defecto y de forma completamente embebida en el servicio, de tal manera que solo sume y nos permita liberar esfuerzos para la mejora continua.
ITIL es una de las mejores prácticas en la gestión de servicios que existe, y ver cómo podemos adaptar la privacidad a sus principios guía es un plus que debemos permitirnos y aprovechar para mejorar la cadena de valor del servicio.
Team Leader Grupo de Expertos itsm4Privacidad
Comité de Estándares de itSMF España