Negocios como servicio
Este semestre tengo una asignatura de Economía, en la que aprendemos sobre empresa y, entre otras temáticas, también nos enseñan contabilidad. Es mi primer encuentro con una hoja contable, con las columnas del “debe” y el “haber” y muchos otros términos.
No es la primera vez que escucho de los servicios contables. Mis padres gestionan empresas y les he escuchado hablar de los servicios contables, de hecho, lo más frecuente es escucharles quejarse de los servicios que contratan, no es normal asociar dichos servicios a adjetivos de los que alguien se pueda sentir orgulloso. Son en su mayoría quejas, errores, problemas de disponibilidad, retrasos, sobrecostes… Todo esto es lo que se asocia a unos servicios externalizados en el campo de la gestión de las finanzas y la contabilidad.
No he tenido oportunidad para escuchar lo mismo en referencia a las tecnologías de la información. Espero que eso sea positivo. Espero trabajar en tecnología y ser muy diligente con los servicios que se presten, y espero que se hable bien de aquellos servicios en los que me involucre, que estén disponibles, que sean seguros, y que aporten valor.
Sé que existen estándares y buenas prácticas, que además de ayudar a tener clientes satisfechos pueden ayudar a mejorar la reputación de los servicios y me pregunto si las empresas que ofrecen los servicios contables saben de la existencia de estos y del gran beneficio que tendrían al aplicarlos.
Tres ideas que he podido analizar:
Catálogo de Servicios. Un problema frecuente es definir qué está incluido y qué no. La palabra “contabilidad” parece fácil, y “servicios contables” parecen evidentes, sin embargo, las partes no se ponen de acuerdo, constantemente hay diferencias, por lo que parece que les vendría bien mejorar el catálogo de servicios.
Acuerdos de Nivel de Servicio. Resulta que, por norma general, el cliente paga la cantidad exacta siempre, en euros, con transferencias o domiciliaciones, pero cuando los errores vienen del prestador de servicio no hay compensación, algunas veces como mucho se disculpan a la vez que pasan el recibo del siguiente mes como si nada hubiera pasado.
Gestión de la Disponibilidad. Según entiendo, lo que más aprecia el cliente es la disponibilidad, qué más se puede pedir que unos servicios disponibles cuando se necesitan, ya sea porque debería ser lo normal del proveedor o porque a todo el mundo debería interesarle tener clientes felices.
Tal parece que en el caso que he comentado, los costes los paga el cliente, pero también asume los riesgos, algo que, hasta donde he podido entender, no entra en la definición de “Gestión de Servicios”.
Esto me lleva a pensar si lo que ha aprendido la tecnología en materia de gestión de servicios se podría aplicar a las gestorías contables y, si es así, a las unidades de negocio. Desde luego debe saber el lector que soy estudiante de segundo año de ingeniería informática, y no estoy en posición para diagnosticar, mi interés en la asociación itSMF España está más relacionado al aprendizaje.
En el Comité de Talento Joven tenemos una oportunidad para que el mundo tenga una generación de nuevos profesionales que tengan la oportunidad para mejorar los servicios tanto en tecnología como en los negocios. Estoy ansiosa por seguir aprendiendo a gestionar los servicios, y a identificar oportunidades para mejorar todos los negocios.
Responsable del Comité Talento Joven de itSMF España.